En este panteón de Mezquitán reposan miles de tapatíos, algunos personajes famosos y otros no tanto. Allí están sepultados políticos, literatos, ministros religiosos y en su inmensa mayoría gente anónima lamentada silenciosamente por sus familiares. También yacen allí un buen número de extranjeros, particularmente alemanes, estadunidenses y franceses quienes desde mediados del siglo XIX, adoptaron a Guadalajara como su segundo hogar. Por otra parte, Mezquitán es también un jardín escultórico, ya que abundan notables monumentos funerarios, capillas y tumbas de elegantes formas y variadas dimensiones. Semeja además, un libro con sus páginas siempre abiertas, ya que en sus monumentos y lápidas pueden leerse conmovedores epitafios que van desde la desesperanza por la pérdida del ser querido, hasta la inquebrantable fe en las promesas divinas.
Abrió sus puertas el 2 de noviembre de 1896, una vez que el Panteón de Belén (Santa Paula) quedó lleno. El primer inquilino del panteón fue el señor Hans Jaacks, un boticario de origen alemán el día de su inauguración.
Su cancel de ingreso es de barrotes de hierro forjado que tienen figuras de calaveras con huesos cruzados. Tiene una superficie de 25 hectáreas.
Tiene un gran monumento en forma de capilla, cuyos nichos guardan los restos del Señor Jesús Flores quien fuera propietario de la legendaria casa de los Perros, situada por la avenida Alcalde en el Centro de la Ciudad. Se decía que su propietario había fallecido y no había tenido herederos, por lo que su última voluntad había sido que quien le rezara un novenario a media noche heredaría la casa. Muchos valientes realizaron la proeza y no lo lograron.
Duración aproximada, 2 horas. Recorrido nocturno.
Abrió sus puertas el 2 de noviembre de 1896, una vez que el Panteón de Belén (Santa Paula) quedó lleno. El primer inquilino del panteón fue el señor Hans Jaacks, un boticario de origen alemán el día de su inauguración.
Su cancel de ingreso es de barrotes de hierro forjado que tienen figuras de calaveras con huesos cruzados. Tiene una superficie de 25 hectáreas.
Tiene un gran monumento en forma de capilla, cuyos nichos guardan los restos del Señor Jesús Flores quien fuera propietario de la legendaria casa de los Perros, situada por la avenida Alcalde en el Centro de la Ciudad. Se decía que su propietario había fallecido y no había tenido herederos, por lo que su última voluntad había sido que quien le rezara un novenario a media noche heredaría la casa. Muchos valientes realizaron la proeza y no lo lograron.
Duración aproximada, 2 horas. Recorrido nocturno.
Recomendación: Te sugerimos traer ropa y zapatos cómodos, cámara y dinero extra para comidas y compras opcionales.